CITAS La quinta ola | PARTE 2

-Soldado Umpa - le susurro al oído-. No tiene permiso para morirse, ¿entendido? (pág. 310)

-Son listos, ¿verdad? - masculla Hacha, como si me leyera el pensamiento - Se ponen cara humana para que no podamos confiar en ninguna cara humana. La única respuesta: matar a cualquiera o arriesgarse a morir. (pág. 314)

Hay un viejo dicho que afirma que la verdad te hará libre. No me lo creo. A veces, la verdad cierra la puerta de tu celda y la atranca con mil cerrojos (pág. 327)

Tacita corre delante de mí con sus torpes pasitos. Ella sí que es valiosa. Esto es lo más importante que he sacado de la Llegada: al matarnos, nos enseñaron que dar importancia a las cosas materiales es una auténtica idiotez. ¿El dueño de ese BMW? Está en el mismo sitio que la dueña de ese Kia (pág. 304)

Si los alienígenas nos visitaran alguna vez, creo que el resultado sería similar a lo que sucedió cuando Cristóbal Colón llegó a América: el asunto no acabó demasiado bien para los nativos - Stephen Hawkings (epígrafe)

-Soy un tiburón, Cassie - dice, despacio, arrancándose las palabras de la boca, como si me hablara por última vez, mirándome con los ojos llenos de lágrimas, como si me viera por última vez. - Un tiburón que soñó que era un hombre. (pág. 372)

Estamos aquí y después desaparecemos, y lo importante no es el tiempo que pasemos en este mundo, sinó lo que hagamos con ese tiempo. (pág. 470)