Ayer acabé El temor de un hombre sabio y jamás me había sentido tan llena y... vacía al mismo tiempo. Pero sobre todo, pequeña. El mundo que crea Patrick Rothfuss es para un escritor como subir al Everest y ver desde arriba cuán grande es el mundo. Te deja sin aliento e incapaz de crear algo que se le pueda igualar.
Escribir esta entrada me ha enseñado dos cosas: la primera es el mal vicio de confiar ciegamente en las nuevas tecnologías. Cuando leía la novela iba apuntando en mi móvil aquellas citas que más amaba y, cuando no lo tenía a mano, lo hacía en papel. Efectivamente, el móvil se me ha estropeado. ¿A que no advináis cómo he podido escribir la entrada?
La segunda es lo personales que pueden llegar a ser los fragmentos que más nos llaman la atención. Creo que todas las citas están de alguna manera relacionadas con mi propia historia. Y ha sido completamente inconsciente. Pero bueno, me dejo ya de rollos y os dejo ya con ellas.
"Yo soy Felurian", dijo.
No se limitó a decir su nombre. Fue toda una declaración. Era una bandera desplegada, orgullosa, al viento.
No se limitó a decir su nombre. Fue toda una declaración. Era una bandera desplegada, orgullosa, al viento.
Su tono me hizo palidecer. Su voz seguía siendo tierna y armoniosa como el sonido de una flauta lejana; pero eso no significaba nada. Un trueno lejano no te invade los oídos: sabes que se acerca porque retumba en tu pecho. La serenidad de su voz retumbó en mi como un trueno lejano.
Quizá todo esto os parezca macabro, pero así es la vida. Los saqueadores acaban siendo saqueados, y el tiempo nos hace mercenarios a todos.
-Es el vicio de mirar atrás. Puedes pasarte la vida mirando hacia atrás, pero no sirve de nada. (...)
-¿Es muy duro? - pregunté en voz baja. No pude evitarlo. (...)
-Traté de convencerme de que no era grave. Quise creer que mi vida continuaría. Pero no. La vida se detiene. Pierdes mucho. Lo pierdes todo.
-¿Es muy duro? - pregunté en voz baja. No pude evitarlo. (...)
-Traté de convencerme de que no era grave. Quise creer que mi vida continuaría. Pero no. La vida se detiene. Pierdes mucho. Lo pierdes todo.

No hay hombre valiente que nunca haya caminado cien kilómetros. Si quieres saber quién eres, camina hasta que no haya nadie que sepa tu nombre. Viajar nos pone en nuestro sitio, nos enseña más que ningún maestro, es amargo como una medicina, cruel como un espejo. Un largo tramo de camino te enseñará más sobre ti mismo que cien años de silenciosa introspección.
Creo que todos tenemos una pregunta que nos dirige. Una pregunta que nos mantiene despiertos por la noche. Una pregunta a la que damos vueltas como un perro que juguetea con un hueso. Si entiendes la pregunta de un hombre, estás más cerca de entender al hombre en sí.

-Podría indicar que no sabe quién es -dijo Elodin -. O que lo sabe y no le gusta. - Levantó la cabeza y se frotó la nariz con aire pensativo -. Podría indicar quietud e insatisfacción. Podría significar que su naturaleza es cambiante, y por eso cambia de nombre, para adaptarlo a su naturaleza. O podría significar que cambia de nombre con la esperanza de que eso la ayude a ser una persona diferente.
Y la última es todo un fragmento que me pareció precioso y que colgué en Twitter en su momento junto con mi propia reflexión. A los que sois escritores como yo, os recomiendo leerlo:
Regalo para los músicos y los escritores.Habla de nosotros. Imposible no sentirse identificado.#YoMeQuedoEnCasaLeyendo#MeQuedoYEscribo #CampWrite #escritura #libros #citas pic.twitter.com/oDs2tOOVfN— ♡ Llaves con Historias ♡ (@llavesConHisto) March 28, 2020
"Y el tiempo nos hace mercenarios a todos" wow me han encantado muchas de las frases que aquí transcribiste. Me llevaré apuntado este libro, de hecho lo había visto por ahí pero nunca le había prestado demasiada atención.
ResponderEliminarUn besote!
Hola!!
EliminarTe recuerdo que es la segunda parte de El nombre del viento (tan buena como este y con un millón de citas preciosas que te encantarán). Es mi libro favorito, así que me hace mucha ilusión que comentes esta entrada:)
Un abrazo!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola! Te agradezco tu comentario:) Estoy intentando darle un cambio al blog y darle un toque mucho más personal. Llevo mucho tiempo harta de la vorágine consumista imperante y de las reseñas que parecen todas sacadas de plantillas. Me alegra que quieras acompañarme<3
ResponderEliminarSi, tienes mucha razón, es un libro excelente. Por fin encuentro algo en común contigo, la lectura. Resulta que llevo algun tiempo siguiendo tus blogs y me interesan bastante. Ya que estoy hablando de libros, te aconsejo este: Dónde los árboles cantan, de Laura Gallego
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