Entrevista a Paula de Vera

- Llevas escribiendo mucho tiempo y desde muy joven. ¿Cuáles son los consejos que te hubiera gustado que te dieran al empezar?

Pues quizá los que me dieron tras escribir mi primera novela. Me hicieron una crítica entre un profesor de Historia y otro de Literatura, y me dijeron algunas cosas que había que mejorar en su opinión o que debería corregir. Quizá la que más se me quedó fue la que versaba sobre qué tipo de expresiones se deberían usar según cómo ambientes la historia (por ejemplo, no puedes poner que un prínicipe en una tierra lejana, por quince años que tenga, diga “que guay, tío”).

- Todos los libros que has sacado son de género fantástico. ¿Siempre has escrito este género? ¿Qué es lo que más te gusta de escribir fantasía?

Siempre he escrito fantástica, y todas mis inspiraciones me conducen a lo mismo. Por una parte, me gusta el hecho de poder incluir cosas sobrenaturales y que mis personajes puedan hacer cosas y resolver situaciones de maneras diferentes a cómo lo haríamos en la vida real, teniendo otros medios. No obstante, sí que tengo claro que el hecho de que haya magia no hace que todo sea más fácil, ni que existan criaturas fantásticas. Y por otro lado, desde siempre, los escritores de fantasía se han inspirado en leyendas y mitos que han escuchado o leído, para crear sus propias historias y explorar más allá de los límites de la imaginación. Y a mí todo lo que sean cuentos clásicos (como los Hermanos Grimm) o mitologías antiguas me encantan.



- ¿Qué sentiste cuando la editorial dijo "oye, que te publicamos el libro"?

Pues creo recordar que cuando la primera editorial me dijo que sí (hubo dos entre las que tuve que elegir y finalmente aposté por Chiado) estaba en el pueblo de mi novio y bajé de dos en dos los escalones de la casa diciendo: “¡Me han contestado de una editorial! ¡Me han dicho que sí! ¡Me han dicho que sí!” Es un momento de mucha sorpresa y emoción, no te lo quieres creer hasta que no ves el documento con las condiciones o un posible pre-contrato. Dices: “¡Anda, si mi novela tiene opciones de publicarse de verdad! ¡Y la gente lo va a leer!” Es una sensación muy rara, jaja.

-¿Cuáles crees que son los libros que más te influyeron como lectora y escritora?

Los clásicos, como El Señor de los Anillos o la saga Dragonlance, y en el ámbito nacional he sido lectora devota y voraz de Laura Gallego, a la cual considero mi “maestra” e impulsora a través de sus páginas para animarme a seguir escribiendo y creando.

-Durante el libro hay varias muertes y no te cortas un pelo en matar a quien haga falta. ¿Siente el escritor pena al matar un personaje?

Por supuesto, no somos de piedra, jeje. Todos nuestros personajes son como nuestros hijos, ya sean los malos o los buenos… Hombre, siempre hay alguno al que le tienes más manía y te encanta quitarlos de en medio, pero siempre te queda una sensación amarga al acabar con ellos. Y cuando muere algún bueno, confieso que me lo suelo pensar bastante, no solo para que no parezca precipitado o gratuito sino porque, por supuesto, si voy a matar a ese personaje que tenga un final digno, ¿no?

- En el libro hay unas criaturas muy originales de las que los lectores no habrán visto nada parecido, los grinden. ¿En qué momento entraron en la historia y cómo se te ocurrieron?

No te sabría decir. Es cierto que necesitaba unos secuaces del malo que estuviesen controlados por él pero además tuviesen alguna habilidad particular, no solo ser cazadores sin piedad. Visto ahora, con perspectiva, creo que podrían tener algo de dementores. Físicamente es posible que me inspirara en un alenígena que sale en la película “Señales” de M. Night Shyamalan. Pero lo cierto es que no recuerdo bien si salieron de un lugar exacto, jaja.

- Si pudieras ser hija de algún dios y elegir tus poderes, ¿cuál elegirías?

Si lo fuese, sería Hija de Mercurio de ascendencia Géminis, pero si pudiese elegir me gustaría ser una Hija de la Luna por aquello del entendimiento con los animales. Creo que en mi otra profesión, veterinaria, me vendría de perlas…

- ¿Cuándo surgió la historia de Cora, Ray, Sandra y Marco en tu mente y cuánto tardaste en escribirla? 

La historia de los cuatro protagonistas surgió, lo confieso, viendo capítulos de la segunda temporada de Rebelde Way, cuando tenía 17 años más o menos. Yo veía cuatro jóvenes totalmente normales, emocionados con la posibilidad de triunfar en el mundo de la música pero, como siempre, en mi cabeza le metí elementos fantásticos sin quererlo. Y de repente dije: ¿Por qué no?

Así que el primer boceto de la historia lo empecé a esa edad, rodeando al cuarteto de magos y brujas que, sin más definición, tenían poderes según su signo del zodiaco y su planeta regente, que al coincidir con un dios mitológico, me permitió asignar habilidades asociadas al mismo a cada secundario. Todo muy básico para lo que fue después. Llegué a la mitad, me atasqué y lo dejé por la carrera. Hasta cinco años después, en quinto de carrera, cuando me decidí a retomar la historia, reescribir lo que ya tenía de cabeza y terminarla. Ahí tarde aproximadamente nueve meses, desde que lo cogí de nuevo hasta que finalicé la primera corrección y lo envié a editoriales.

-¿Te basas en alguien conocido al crear tus personajes?

En el caso de los secundarios, hasta la fecha, reconozco que sí lo he hecho. Muchos de ellos se inspiran en personas que conozco. Algunos otros los inspiro físicamente en actores o actrices, y en el caso de los Consejeros de Salem reconozco que cogí un listado de ellos y según su signo del zodiaco, los asigné a una Casa hasta tener a los diez que necesitaba. Y bueno, quizá el que
más cambió en ese sentido fue Akhen: primero era Daniel Brühl (Goodbye Lenin, Eva), allá por 2007, y en 2012 se convirtió en Simon Baker (El Mentalista)

- Sé que esto es como preguntarle a una madre cuál de sus hijos prefiere pero... ¿Cora, Ray, Marco o Sandra? ¿Y de secundarios?

Creo que de los cuatro protagonistas me quedo con Marco. Es un personaje que parece muy valiente y lanzado, pero lo único que hace es esconder sus miedos tras bromas, chanzas y una aparente despreocupación. Pero en el fondo, es un buenazo.

Y de secundarios me quedo con Akhen, ya que de todos es el personaje que más ha evolucionado desde que la historia empezó. Inicialmente solo era un segundón del malo, aunque ya había pensado que fuese el marido de Ruth, pero posteriormente fueron surgiendo sentimientos para llenar esa carcasa vacía, contradicciones y una forma de ser que hace que todo termine en la primera novela como lo hace.

- El 30 de octubre sacaste nuevo libro con la editorial Hades. ¿Qué nos puedes contar de él? 

Es una historia que empecé con catorce años, y escribí dos tomos y medio de un total de tres que iban a componer la historia (la trilogía se llama Landeron). Lo que sucede es que en su día me saturé de tal manera, sin encontrar bien cómo acabar la historia, que lo dejé en un cajón y enseguida aparecieron los Black Sunset demandando una historia, jeje. Pero este año quise recuperarla para presentarla a un concurso, al final terminé reescribiéndola y estoy muy contenta de que vaya a ver la luz.
La primera novela, La Hija del Oráculo, cuenta la historia de una joven oráculo sin poderes aparentes que, después de un incidente con unas compañeras de escuela en la ciudad élfica donde vive como refugiada junto a sus padres, se entera de un terrible secreto sobre su persona, algo que la obligará a tomar una seria decisión con tan solo quince años.

Eso es todo Paula!! Muchas gracias por pasarte por aquí.

¡Un abrazo fuerte para Victoria y para todos los lectores de “Llaves con Historias”!